¿Por qué ocurren las infecciones vaginales?
Las infecciones vaginales son mucho más comunes de lo que pensamos, y aunque muchas de nosotras hemos pasado por ellas, pocos hablamos sobre el por qué. Vamos directo al grano: ¿por qué ocurren estas infecciones? La respuesta tiene mucho que ver con el equilibrio de nuestra microbiota vaginal y los factores que lo alteran, ya que existen dos tipos principales de infecciones: transmisibles y no transmisibles.
La microbiota vaginal: el ecosistema que nos protege
Dentro de la vagina, hay un “ecosistema” compuesto por bacterias y microorganismos. En una microbiota sana, la Lactobacillus (una bacteria “buena”) es la reina del lugar, manteniendo el pH ligeramente ácido (alrededor de 3.8 a 4.5), lo cual impide que bacterias y hongos dañinos crezcan. Pero cuando algo interrumpe este equilibrio, ciertos microorganismos se multiplican y causan infecciones.
Tipos de infecciones vaginales: transmisibles y no transmisibles
No todas las infecciones vaginales se contagian de persona a persona. Las infecciones vaginales pueden dividirse en dos tipos:
Infecciones transmisibles: Estas incluyen las infecciones de transmisión sexual (ITS), como la gonorrea, clamidia y el herpes genital. Estas infecciones se transmiten a través del contacto sexual y requieren tratamiento médico especializado para evitar complicaciones y prevenir el contagio a otras personas.
Infecciones no transmisibles: Un ejemplo común es la candidiasis, una infección causada por el crecimiento excesivo del hongo Candida albicans. La candidiasis no se transmite de persona a persona y suele surgir cuando la microbiota está desequilibrada, por causas internas y externas como cambios hormonales, estrés o el uso de antibióticos.
Factores que influyen en cada tipo de infección
Factores que aumentan el riesgo de infecciones transmisibles
Relaciones sexuales sin protección y parejas nuevas: Cada persona tiene su propia microbiota, y al tener relaciones sexuales, se intercambian bacterias. Esto puede alterar el balance de la microbiota vaginal, especialmente si hay bacterias desconocidas para el cuerpo.
Sistema inmune debilitado: Un sistema inmune fuerte ayuda a protegernos contra infecciones. Estrés, mala alimentación o falta de sueño pueden debilitar nuestras defensas y hacer que seamos más vulnerables a las ITS.
Factores que aumentan el riesgo de infecciones no transmisibles
Antibióticos: Aunque necesarios para ciertas infecciones, los antibióticos eliminan bacterias “malas” y “buenas”, afectando la microbiota vaginal. Esto puede permitir el crecimiento descontrolado de hongos como la Candida albicans.
Cambios hormonales: Durante el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia, los niveles de estrógeno varían, afectando el equilibrio de la microbiota. Esto puede disminuir el número de Lactobacillus, aumentando el riesgo de infecciones.
Duchas vaginales y productos de higiene íntima: Aunque suenen a buena idea, estos productos eliminan bacterias buenas y alteran el pH vaginal. Un estudio de la American Journal of Obstetrics & Gynecology muestra que las mujeres que usan duchas vaginales tienen 1.2 veces más probabilidades de desarrollar vaginosis bacteriana.
Ropa ajustada y humedad: La ropa interior ajustada o de materiales no transpirables crea un ambiente cálido y húmedo, ideal para que crezcan hongos y bacterias. Usar ropa interior de algodón y evitar prendas demasiado ajustadas ayuda a mantener la microbiota saludable.
Sistema inmune debilitado: Cuando el sistema inmune está bajo, ya sea por estrés, falta de sueño o una dieta desequilibrada, el cuerpo se vuelve más vulnerable a desequilibrios en la microbiota vaginal. Mantener un sistema inmune fuerte ayuda a las bacterias beneficiosas a proteger la salud vaginal.
Conclusión
Las infecciones vaginales no deberían ser un misterio, y entender sus causas es el primer paso para cuidarnos mejor. A medida que aprendemos más sobre la microbiota y su rol en la salud íntima, es más fácil hacer ajustes en nuestros hábitos para mantener el equilibrio y sentirnos cómodas. Porque sí, cuidar de nuestra salud vaginal también es autocuidado.